Boris Plazzi, joven sindicalista de la CGT francesa, analizará la lucha contra la ley de Contrato de primer empleo, que pretendía establecer un tipo de contrato laboral sin límite de duración, destinado a personas de menos de 26 años de edad en empresas de más de 20 empleados, en virtud del cual un empresario podía despedir a un trabajador sin tener que justificar motivo alguno, algo que rompía con una medida de 1973 incluida en el derecho laboral.
Durante los dos últimos meses, el país galo se ha visto convulsionado por una oleada de movilizaciones de protesta que ha forzado al primer ministro Dominique de Villepin a retirar la polémica Ley.
El contrato del primer empleo francés no es un caso aislado. Forma parte de una estrategia de imposición de unas nuevas relaciones de trabajo que benefician a las grandes empresas y dejan en la cuneta de la exclusión a millones de personas, en lo que constituye una auténtica globalización de la miseria. La dura oposición sindical arropada por un amplio número de organizaciones sociales ha logrado detener momentáneamente este proceso en Francia, pero sin duda por todas partes habrán de sucederse otras muchas batallas para las que habrá que estar preparados.